La aparición de una adicción al alcohol a menudo no se percibe como un problema, pero, en cierta etapa, una persona comienza a interesarse por la cuestión de cómo dejar de beber alcohol, que es perjudicial para él y las personas que lo rodean.
Desafortunadamente, esta tarea puede resultar complicada. El alcohol provoca todo un complejo de trastornos en el cuerpo, que afectan negativamente el estado físico, emocional, volitivo y mental de una persona.
- Se está formando una dependencia del uso de bebidas alcohólicas. El cuerpo requiere nuevas dosis de alcohol y, en su ausencia, reacciona con manifestaciones de síntomas de abstinencia.
- Se están produciendo cambios de personalidad. Para un buen humor, un trabajo productivo, una autoexpresión creativa, un alcohólico necesita una dosis. Sin él, aumenta el descontento, la agresión, la apatía.
- Aparece la dependencia psicológica. Una persona ve en el alcohol una salvación de los problemas de la vida. Limpia el estrés, las preocupaciones, los resentimientos.
Hacer frente al alcoholismo requiere ser consciente de la enfermedad, aceptar y afrontar los problemas. Para ello, una persona necesita una fuerte motivación, apoyo y ayuda profesional. Hay varios pasos difíciles a seguir para romper con éxito la adicción. Lo principal es encontrar la dirección correcta para una recuperación integral y volver a una vida sana y plena.
Reconocer los síntomas de abstinencia
La adicción al alcohol es una enfermedad insidiosa que es difícil de afrontar. Incluso con tratamiento, se recuerda a sí mismo durante mucho tiempo por la presencia de síntomas de abstinencia. Son ellos los que te impiden abandonar por completo la adicción. Es extremadamente importante que una persona aprenda a reconocer los síntomas de la abstinencia para ser fuerte y poder evitar una recaída.
Evitar el alcohol provoca cambios importantes en el cuerpo. Por eso, incluso en un estado sobrio, el alcohólico sigue experimentando síntomas desagradables:
- cambios de humor irrazonables;
- un aumento de la ansiedad y la ansiedad;
- sentimientos de miedo e inseguridad;
- el crecimiento del estrés emocional.
Estas manifestaciones están asociadas con el efecto negativo del alcohol en el sistema nervioso. Según el grado de destrucción del cuerpo y la experiencia del alcoholismo, los síntomas pueden persistir durante un año después de dejar el alcohol. Es muy importante aprender a reconocerlos y comprender la naturaleza de su apariencia.
Si una persona se permite beber, los síntomas primero disminuyen, pero luego regresan y se cubren con una fuerza aún mayor. En este caso, el período de recuperación se retrasa proporcionalmente.
Consulte el proceso de desglose
Para comenzar una lucha efectiva contra la adicción al alcohol, debe familiarizarse con el proceso de descomposición y las peculiaridades de su curso. Esto le ayudará a reconocer el problema de manera oportuna y a mantener la sobriedad. La falta de conocimiento conduce a una mala comprensión de la situación y conduce a volver a beber. El apoyo competente y el asesoramiento profesional durante este período adquieren un significado especial para una persona que entra en la lucha por la sobriedad.
Entre los presagios obvios de un colapso se encuentran:
- la aparición de un sentimiento de desesperanza;
- pensamientos negativos y pensamiento decadente;
- trastorno respiratorio;
- irritabilidad y sensibilidad a sonidos fuertes;
- dolor y ardor en los ojos;
- calambres y dolor en el pecho y el área del corazón.
La gravedad y las características de los síntomas suelen ser de naturaleza individual, lo que obliga a la persona a estar más atento a su cuerpo. Solo la vigilancia ayudará a prevenir el regreso al alcohol.
Conozca los primeros signos de una avería
El colapso amenaza con anular todos los esfuerzos físicos y mentales asociados con dejar el alcohol. Por eso es importante estar atento a las señales del cuerpo y conocer los primeros signos de una avería para poder tomar las medidas oportunas y prevenir una vuelta al alcoholismo. Algunas de las primeras campanas que indican una avería inminente incluyen:
- cambios de humor, con una actitud negativa que se vuelve dominante;
- deterioro general del bienestar;
- sensación de pérdida de control sobre la vida;
- depresión y depresión;
- pensamientos obsesivos que inducen a beber.
La aparición de algunos síntomas puede indicar que la situación pronto se saldrá de control. Esto no se puede ignorar, por lo que es mejor buscar ayuda de manera oportuna.
Eliminar otro tipo de dependencias
Para resistir eficazmente la adicción al alcohol, debe minimizar la influencia de otras adicciones que pueden tener un efecto destructivo en el pensamiento, el estado emocional y la psique. Un efecto negativo en el cuerpo puede ser ejercido por:
- de fumar;
- Adicción al juego;
- comer en exceso
- masturbación;
- acciones compulsivas.
La presencia de una o más adicciones complica significativamente el proceso de lucha contra el alcoholismo. Para aumentar las posibilidades de éxito y reducir la probabilidad de una crisis nerviosa, es mejor adoptar un enfoque integral del tema de la liberación del cuerpo de todas las adicciones.
Cambia tu forma de comer
La conducta alimentaria afecta la esfera emocional-volitiva y la salud física. Para que a una persona le resulte más fácil lidiar con el estrés que acompaña a dejar el alcohol, es importante controlar cuidadosamente la dieta:
- dejar de ayunar y comer en exceso;
- controlar la dieta y observar el régimen;
- prepare bocadillos pequeños con más frecuencia.
Cambia tu círculo social
La adicción al alcohol es un problema social. Para solucionarlo, a menudo se requiere una revisión radical del estilo de vida, el círculo social, las pautas y los valores. A menudo, para hacer frente a los antojos patológicos, es necesario reestructurar seriamente todo el estilo de vida: encontrar nuevos trabajos y pasatiempos, cambiar el entorno y el estado civil, formar un sueño y buscar formas de lograrlo. Cambiar el enfoque en la comunicación con las personas que se adhieren a un estilo de vida sobrio ayuda a reducir la probabilidad de una crisis nerviosa.
Practicar deportes
La actividad física es fundamental para el organismo sometido a estrés. El ejercicio moderado ayuda a restaurar el tono muscular, mejorar el flujo sanguíneo, oxigenar la sangre y promover un estado de ánimo positivo. Los paseos al aire libre, la natación e incluso los entrenamientos en casa son beneficiosos.
Una condición importante para la eficacia es la moderación y la regularidad. Es necesario hacer todos los ejercicios sin violencia contra el cuerpo y sin sobreesfuerzo.
Dedique más tiempo al ocio y pasatiempos.
El descanso es una parte importante de la rehabilitación y recuperación del cuerpo. Para aprovecharlo al máximo, debe descansar de manera productiva. Actividades interesantes, pasatiempos, pasatiempos darán vida a la variedad, ayudarán a escapar de la rutina y salir del estado de adicción.
No ceda a los engañosos sentimientos de mejora
Lidiar con la adicción nunca es fácil. A menudo, en el camino hacia la recuperación, hay obstáculos, cuya aparición no se puede llamar esperada. No se puede confiar en sentimientos engañosos de bienestar y confianza. En la mayoría de los casos, se trata de un juego insidioso del cerebro, que adormece la vigilancia y busca trucos que puedan hacerte beber.
Es aún más difícil cuando aparecen estados opuestos, acompañados de miedo, ansiedad e incertidumbre. En este caso, el hilo del pensamiento solo puede ir en la dirección de encontrar excusas para beber.
Por eso es importante permanecer alerta y comprender claramente el objetivo final: una transición completa a un estilo de vida sobrio. No debe ceder a las provocaciones y sentir pena por usted mismo en el camino hacia la recuperación. Gradualmente, la fuerza del hábito se debilitará y el sistema nervioso se volverá cada vez más fuerte. Los pensamientos y deseos obsesivos dejarán de molestar y probarán la paciencia en busca de fuerza.
No se recomienda utilizar instalaciones populares:
1. Si no tengo dinero, no beberé
Los adictos al alcohol suelen tener la ilusión de que si no tienen los medios para comprar una bebida, dejarán de beber. Por eso hacen todo lo posible por evitar el contacto con el dinero: entregan su salario / pensión a sus familiares o cónyuges. Pero tal táctica de comportamiento no resuelve el problema, mientras experimenta el deseo de beber, una persona comienza a cambiar el comportamiento y busca oportunidades alternativas para obtener lo que quiere:
- intenta de todas las formas posibles encontrar una excusa para visitar;
- asiste a eventos colectivos;
- vacía subrepticiamente las reservas de alcohol de la casa.
Paralelamente, una persona desarrolla una actitud negativa hacia este tipo de comportamiento, en la que comienza a culpar a las personas que le rodean y a las personas cercanas a él. A pesar de que la decisión de dejar el alcohol fue voluntaria, el adicto confía en que en su caso hay coacción y manipulación. Al mismo tiempo, la mente subconsciente ofrece escenarios alternativos de comportamiento, agrava el problema y presiona para darse por vencido.
2. Controlaré la cantidad de alcohol consumido
Una de las actitudes populares de los alcohólicos es que yo controlaré la cantidad de alcohol que consumen. Están dispuestos a hacer esta promesa a todos y por cualquier motivo. Pero la realidad es que tan pronto como se bebe el primer vaso, una persona se olvida de sus promesas y pierde por completo el control de la situación. El problema es que el adicto al alcohol no puede controlar la cantidad de alcohol. Esta debilidad interior es aún más deprimente y complementa la ya impresionante lista de problemas. En este sentido, el riesgo de ruptura se convierte en una amenaza constante, y la situación se ve agravada por el hecho de que con cada episodio repetido aumenta la cantidad de alcohol consumido y aumenta la duración del atracón.
3. Solo beberá los fines de semana o días festivos.
Entre las actitudes restrictivas con las que una persona intenta obligarse a dejar de beber, destaca el intento de elegir un día despejado para la libación. Solo bebo los fines de semana, los días festivos o en ocasiones importantes, pero la adicción no sigue los horarios.
El uso de este enfoque conduce a un aumento en el valor psicológico de beber. Esperar el día preciado en este caso se convierte en el sentido de la vida, y las consecuencias de recibir un fruto tan prohibido son muchas veces más tristes. El alcohólico está tratando de separarse durante todo el tiempo de la sobriedad, lo que conduce a la pérdida de la apariencia humana y a una carga colosal para el cuerpo.
4. No me dejes beber
Otro método popular pero inútil mediante el cual las personas intentan dejar de beber en casa es pedirles a sus seres queridos que prohíban beber. La aparición de la idea misma de un adicto al alcohol agrada a los familiares que están cansados de la borrachera, por lo que intentan con entusiasmo evitar la bebida. Pero el alcoholismo y los antojos de alcohol impiden que una persona sea coherente en sus decisiones. Cualquier estrés o dificultad provoca inmediatamente el deseo de beber, mientras que los intentos de prevenir por parte de los familiares provocan agresiones y sirven de pretexto para un escándalo. En el calor de la ira, el alcohólico pierde su idoneidad, abre las manos.
Como muestra la práctica, cualquier intento independiente de imponer restricciones o prohibiciones al consumo de alcohol resulta ser un fracaso. Estos métodos no funcionan porque no abordan la raíz del problema y no abordan las causas subyacentes de la necesidad de beber. Solo psicólogos, narcólogos y psicoterapeutas experimentados pueden brindar ayuda real en esta situación. Trabajar junto con ellos da un resultado duradero y elimina la enfermedad.
Pasar por la etapa de abstinencia
La mayoría de las personas con dependencia del alcohol tienen dificultades para resistir la enfermedad porque no pueden atravesar eficazmente el período de abstinencia. Es el período de tiempo más difícil y doloroso. Los síntomas de abstinencia se hacen sentir especialmente vívidamente, lo que convence al adicto de la inutilidad de sus intentos, y el deseo interno de beber crece y se intensifica. En este sentido, se produce una avería, que vuelve al inicio del camino. Todos los esfuerzos e intentos de volver a un estilo de vida sobrio son en vano.
Para superar con valentía todas las dificultades y llegar realmente al final, es importante tener paciencia y superar esta etapa.
Trabaja en tu vida sobria
Para aprender a vivir sobriamente y obtener placer y alegría al mismo tiempo, debes:
- cambie la forma de vida: llénela de nuevo significado, emociones e impresiones positivas;
- rechazar los malos hábitos;
- cambiar actitudes hacia las personas, su comportamiento;
- traer armonía a todas las esferas de la vida;
- aprenda a resistir eficazmente el estrés.
Solo un trabajo integral sobre ti y tu vida puede dar resultados positivos y ayudar a superar las dificultades.
No te limites para siempre
Las actitudes juegan un papel importante en la lucha contra cualquier enfermedad. El alcoholismo en este asunto no es una excepción. Para lograr el éxito, es importante motivar adecuadamente su propia mente. No deberías pensar en categorías globales, eso es todo, soy alcohólico y esto es para siempre. Tales pensamientos crean miedo y exacerban la depresión, que ya está deprimiendo el cuerpo. Es importante no limitarse a las actitudes y no tener miedo al futuro. Todo se puede arreglar, es realmente posible hacer frente a la adicción. Después de la recuperación, existe el riesgo de volver al pasado alcohólico, pero obviamente será menor si puede tomar el control de la situación y reducir el nivel de presión interna al mismo tiempo.
Tratamientos populares para el alcoholismo
Muchas terapias populares para el alcoholismo se utilizan con la esperanza de resolver un problema. Pero, lamentablemente, con su ayuda no es posible lograr un resultado sostenible. Esto se debe a la falta de coherencia, comprensión de los mecanismos y causas de la adicción.
- Remedios caseros
El tratamiento con remedios caseros en su mayor parte no es efectivo y en algunos casos conlleva un peligro para la salud. Las conspiraciones, los amuletos y otra parafernalia chamánica no tienen sentido. Las decocciones de hierbas no pueden suprimir la adicción, pero pueden infligir un golpe tangible en los órganos y sistemas debilitados. Las intoxicaciones, las alergias, los trastornos nerviosos, las enfermedades renales y hepáticas pueden ser las consecuencias de dicho "tratamiento".
- Ayuda del psicoterapeuta
La ayuda de un psicólogo es un método terapéutico de trabajo, pero sin un enfoque integrado del problema, tampoco tiene sentido. En ausencia de adaptación a la sociedad, la incapacidad para resistir las tentaciones, la falta de conocimiento sobre cómo resistir las averías, devuelve a una persona al alcohol.
- Codificación del alcoholismo
La codificación es un método de tratamiento bien conocido. Le permite hacer frente a los antojos fisiológicos de alcohol, pero no todo el mundo es adecuado. La hipnosis y los efectos psicoterapéuticos solo pueden sentirlos personas sensibles y susceptibles, y la inserción de una cápsula a menudo tiene una serie de contraindicaciones y provoca efectos secundarios no deseados (agresión, aumento de la ansiedad, depresión). Además, la codificación no elimina las causas emocionales y psicológicas de la adicción, que con mayor frecuencia provocan colapsos y un regreso al alcoholismo.
¿Qué aporta la rehabilitación profesional en una clínica privada?
El tratamiento del alcoholismo requiere un enfoque integrado. El uso de varios métodos que pueden tener un impacto físico y psicológico positivo ayuda a afrontar eficazmente la adicción. Los pacientes reciben la ayuda que necesitan, dirigida no solo a dejar de consumir alcohol, sino también a volver a una vida activa y fructífera. Para ello, el trabajo con los pacientes se organiza en varias etapas:
1. Motivación
Muchos pacientes no están preparados para admitir que el alcohol está interfiriendo con su vida. Por eso, antes de iniciar el tratamiento, se realizan consultas explicativas con ellos, explicando la gravedad del daño de la situación a la salud física y psicológica. Con la ayuda de especialistas calificados, una persona se somete a una preparación moral para la terapia, dirigida a comprender y aceptar el problema.
2. Desintoxicación
Los pacientes que llegan para recibir tratamiento se someten a un curso de desintoxicación. Como parte del curso, se usan medicamentos para restaurar el cuerpo, mejorar el metabolismo, eliminar sustancias tóxicas y apoyar el trabajo de los órganos internos. Con la ayuda de la terapia, es posible hacer frente a las manifestaciones del síndrome de abstinencia sin el uso de potentes fármacos psicotrópicos. Durante los procedimientos, la condición del paciente es monitoreada por un psicólogo calificado.
3. Rehabilitación
La rehabilitación de pacientes con dependencia del alcohol se lleva a cabo en un entorno hospitalario. Para cada uno se selecciona un programa de recuperación individual, se elabora un curso de clases grupales, clases de crecimiento personal, así como un cronograma de visitas a especialistas especializados.
4. Adaptación social
Es importante preparar a una persona que se ha sometido a un tratamiento por alcoholismo para una nueva vida en la sociedad. Los psicólogos y psiquiatras establecen nuevas actitudes, presentan a las personas patrones de comportamiento inusuales. Los especialistas controlan el proceso de resocialización, enseñan cómo encontrar soluciones constructivas en situaciones difíciles, evitan el estrés, construyen relaciones saludables y satisfactorias. Si es necesario, los pacientes reciben asistencia para encontrar trabajo.
Las clínicas utilizan los métodos más modernos y avanzados de tratamiento y rehabilitación de personas adictas al alcohol. Se les proporciona apoyo profesional durante todo el camino hacia la recuperación. Su propósito es prevenir los riesgos de descomposición y regreso al alcoholismo. Los especialistas se centran solo en resultados positivos. El conocimiento, la experiencia, las cualidades humanas les ayudan en esto. No temas dar el primer paso e ir a la clínica, donde ayudarán a un ser querido a volver a la sobriedad y olvidarse para siempre de la terrible adicción.